lunes, 15 de septiembre de 2014

Trabajo Práctico Nº3: Marco sociocultural en el que se produce la sanción de la Constitución Nacional de 1853 (Marcelo Laurencena)


Trabajo Práctico Nº3: Marco sociocultural en el que se produce la sanción de la Constitución Nacional de 1853

Basándonos en el libro de Alberdi “Bases”, podemos hacer una radiografía general del contexto en el que se produce la sanción de la Constitución Nacional del año de 1853.

Cuál era el pensamiento imperante de la época en la mayoría de la clase dirigente, y que argumentos exponían para poder llevar a cabo las prácticas necesarias para la ejecución de dicho pensamiento, es uno de los puntos importantes para comprender tal contexto.

Desde este punto de vista, el país necesitaba poblarse, pero no con habitantes que hasta ese momento componían el grueso mayoritario del naciente estado, indios, gauchos, criollos, etc., sino con inmigrantes que provengan de la parte noroccidental de Europa, suizos, alemanes e ingleses. Según los dirigentes de la época, esto era necesario debido a que se suponía, que el inmigrante de esa zona, traería consigo la cultura de su país, cultura considerada superior a todas las demás por el ímpetu laborioso y disciplinario que poseían (demás está decir que Inglaterra era la potencia mundial de esa época). Ahora bien, ¿por qué no poblar y utilizar la mano de obra ya existente?, por una simple razón, se consideraba a lo “autóctono” inferior y carente de capacidad para progresar, en palabras de Alberdi “Haced pasar el roto, el gaucho, el cholo, unidad elemental de nuestras masas populares, por todas las transformaciones del mejor sistema de instrucción; en cien años no haréis de él un obrero inglés, que trabaja, consume, vive digna y confortablemente.”.

Para poder garantizar una inmigración espontanea, que era la que buscaba Alberdi, era necesario atraer al inmigrante con una serie de derechos y garantías, es decir proponer una constitución que conceda libertades y protecciones tales que permita un pleno desarrollo del sector económico, ya que este era el fin que se perseguía. Una vez establecida la independencia del país, era menester lograr un desarrollo económico que integre a Argentina con el resto del mundo, y salir del atraso que suponía el sistema productivo colonial. Para ser más precisos, “Los tratados de amistad y comercio son el medio honorable de colocar la civilización sudamericana bajo el protectorado de la civilización del mundo. ¿Queréis, en efecto, que nuestras constituciones y todas las garantías de industria, de propiedad y libertad civil, consagradas por ellas, vivan inviolables bajo el protectorado del cañón de todos los pueblos, sin mengua de nuestra nacionalidad? Consignad los derechos y garantías civiles, que ellas otorgan a sus habitantes, en tratados de amistad, de comercio y de navegación con el extranjero. Manteniendo, haciendo él mantener los tratados, no hará sino mantener nuestra Constitución. Cuantas más garantías deis al extranjero, mayores derechos asegurados tendréis en vuestro país. Tratad con todas las naciones, no con algunas, conceded a todas las mismas garantías, para que ninguna pueda subyugaros, y para que las unas sirvan de obstáculo contra las aspiraciones de las otras.”.

En conclusión, lo que se busca es emular más que desarrollar algo propio, de lo que en esa época fuere la potencia más grande jamás vista en el mundo entero, Inglaterra. Al punto tal de estar convencidos de querer ser una colonia económica de la corona inglesa.

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