2. Redactar un documento en el que se caracterice
cultural, social, ideológica y económicamente a la Argentina en el período que
va de 1810 a 1910. (Puede ser grupal).
Revisando Argentina antes de su centenario:
¿Por qué revisando...? No sabemos si catalogarnos de revisionistas, pero si
sabemos que rechazamos profundamente la versión liberal de nuestra historia.
Versión que no costo más que dos o tres hechos puntuales y el nombramiento de
una galería de próceres que hoy, son vistos casi como inmortales. ¿A caso Roca
es inmortal? Claro que sí! Es inmortal porque jamás podrá morir en nuestra
memoria la atrocidad de campaña al ¨desierto¨ que llevo a cabo contra los
pueblos indígenas de nuestro país.
¿A caso Rosas no es el restaurador de las leyes? Claro que sí! Las restauro
con palo y mazorca.
¿A caso el espíritu mitrista no esta hoy en Macri? Eso lo veremos…
A revisar…
Independencia, federalismo y centralismo (1810-1829):
La “Argentina” (en realidad Virreinato del Rio de La Plata) de
1810, estaba habitada por los españoles venidos de la Península Ibérica, así
como de los criollos (hijos de padres españoles nacidos en América), mulatos
(hijos de padre español y madre indígena), indígenas, y negros (esclavos)
traídos de África. Estas clases (que en realidad son etnias) van a intervenir
en el proceso Revolucionario Americano. Pero no van a hacerlo por si solos,
necesitaran de la fuerza militar y de la mentalidad intelectual que aportaran
su cuota de fuerza e impulso a la revolución.
Como sabemos los revolucionarios de 1810 eran, en su gran mayoría por no
decir todos, de ideología liberal. Sus ideas emanaban de los intelectuales de
la Ilustración y de la Revolución Francesa. Hombres como Simón Bolívar, San
Martin, Mariano Moreno, entre otros; aportaran sus ideas y algunos su fuerza
para combatir a los ejércitos realistas.
Imbuidos por el ideario liberal de la revolución francesa (y tomando como
ejemplo de emancipación el de las 13 colonias de América del Norte);
intelectuales, españoles, milicias, el pueblo; se preguntan: ¿Quién gobierna
depuesto el rey español? (ya que Napoleón Bonaparte coloca preso a Fernando VII
y nombra nuevo rey de España y las Indias a su hermano José Bonaparte). Y ser
vasallos de Francia no era una opción; se tenía la oportunidad justa para
lograr la independencia. Ahora, los hechos conocidos: revolución de mayo de
1810 que se gesta contra autoridades españolas y contra la nueva autoridad
francesa; más tarde la creación de la Primera Junta y de las sucesivas: Junta
Grande, Primer Triunvirato, Segundo Triunvirato, Directorio; y la declaración
de Independencia en 1816.
Y para este momento histórico, ya vamos más detenidamente. Comienza en esta
etapa (en realidad a partir de 1815/1816) la constante lucha entre el
centralismo porteño y las provincias. Esta lucha estará encarnada por los Unitarios porteños
que buscaban la centralización de la economía (manejando el ingreso de dinero y
productos de la aduana y de los puertos, así como los fondos de las provincias);
la centralización política (que los beneficiaba en hacer y deshacer a su antojo
en todo el territorio sin respetar los derechos de la provincias); y en lo
social este sistema los ayudaba a permanecer en el poder sin abrir puertas a la
participación política de los demás sectores, y así abusar del poder que ellos
mismos se conferían. La otra facción de esta lucha es la Federal, encarnada
por aquellos que exigían el respeto a las autonomías provinciales por parte de
Buenos Aires. Estos pueblos federales estarán representados por los caudillos que
serán erigidos en este rango a través de una proclama (tal vez no consciente)
de las provincias a las que pertenecían. Dentro de su ideario, económicamente
buscaban la libertad de comercio entre las provincias y con el exterior a
través de los puertos; políticamente buscaban ser respetados como pueblos
libres y lograr que Bs. As. sea una provincia mas que no maneje a las demás,
así como la toma de decisiones entre todas las provincias a través de
representantes provinciales enviados a la ciudad porteña; y socialmente
podríamos decir que el federalismo representaba al pueblo (entiéndase: la masa
popular) y sus intereses.
Bien, tenemos federales, tenemos unitarios. Ahora, es necesario hacer
mención de algo que no puede ser pasado por alto en esta materia. Las dos
constituciones anteriores a la Constitución Nacional de 1853:
· Constitución
unitaria de 1819: denominada Constitución de las Provincias
Unidas en Sud América; consta de 138 artículos; consagra como religión
del Estado la católica, apostólica, romana; organiza los tres poderes;
garantiza los derechos de los ciudadanos (a la vida, reputación, igualdad,
libertad, seguridad, propiedad); establece seguridades jurídico-institucionales
(ley y juicio previo en materia penal, inmunidad de arresto, inviolabilidad del
domicilio, de la correspondencia y papeles privados). Es la primera de las tres
constituciones que se van a declarar en el país y, con este documento mueren las
autonomías provinciales (federales) ya que no respeta los localismos; se da
lugar a una guerra civil interna en el territorio de las Provincias Unidas.
· Constitución
unitaria de 1826: este texto proyecta una organización centralista
calculada para mantener en el poder la supremacía unitaria, esto lo vemos
claramente en su artículo número 7 que dice “La Nación Argentina adopta
para su gobierno la forma representativa, republicana, consolidada en unidad de
régimen.” Los artículos 130 y 131 complementan al anterior
estableciendo que a los gobernadores de provincias los nombrara el presidente
de la Republica; y también margina a los pueblos de la campaña y de las orillas
al dar el derecho a votar y participar políticamente a la ciudadanía
“calificada”. Además organiza al ejecutivo, legislativo y judicial; y establece
la religión católica apostólica romana para el Estado, entre otras cosas.
Finalmente, fue derogada un año después de sancionada por el gobernador federal
de Buenos Aires Manuel Dorrego.
Bien, para seguir avanzando, vamos a detenernos solo un momento en
Rivadavia. Bernardino Rivadavia, comienza su actuación más notable (después de
pertenecer al Triunvirato) como Ministro de Gobierno de la ciudad de Bs. As.
durante el gobierno de Martin Rodríguez; luego será designado presidente en
1826 (el primero de nuestra historia). La tarea que desempeña Rivadavia como
ministro, y luego como presidente, configura un modelo de país a través de un
proyecto político, anticipándose a lo que harán Sarmiento y los sucesivos.
Rivadavia lidera el grupo que podría definirse como el de la burguesía
comercial porteña, al que se le agregan intelectuales y estancieros. Es la viva
expresión de la ciudad y del puerto, prefiere los anteriores antes que la
campaña y el “interior”. Posee influencias del liberalismo económico de Adam
Smith (es decir, cree que hay leyes naturales que regulan el mercado,
equilibran la oferta y demanda en un plano de competencia perfecta; y apoya la
iniciativa que incorpora al Rio de la Plata al mercado mundial; además apoya la
libertad de comercio e inversión para así atraer capitales extranjeros a Buenos
Aires). El proyecto rivadavino era organizar un estado moderno de estructura
liberal, pero de participación política restringida solo a la elite ilustrada y
a los que quieran participar de las nuevas ideas de progreso, razón y libertad;
es por estas ideas que margina a los habitantes de la campaña (de las orillas,
o de la barbarie dirá más tarde Sarmiento) y que limita el poder de las
antiguas instituciones tradicionales que emanan del mundo hispánico (clero y
ejercito) por ser estos factores de freno para la nueva modernización. Ante el
rechazo de las provincias a la Constitución del ’26 y ante la avanzada guerra con
el Brasil, Rivadavia decide renunciar y toma su lugar Vicente López y Planes
(que no podrá gobernar y todas las autoridades nacionales caerán) y así será
elegido como gobernador de la ciudad bonaerense, Manuel Dorrego. Este ultimo
será destituido (y más tarde asesinado) por un golpe gestado por Juan Lavalle.
Después de desordenes institucionales, ingresara al poder Juan Manuel de Rosas
en 1829.
El federalismo centralista (1830-1860):
Ahora sí, nos encargamos de Rosas, el “restaurador de las leyes”. Personaje
querido y odiado a la vez, hasta comparado con el mismísimo Juan Domingo Perón.
Pero nos interesa Don Juan Manuel. Gobernador de Buenos Aires de 1829 a 1832, y
luego de 1835 a 1852; pero gobernara en realidad a toda la Confederación
Argentina desde la ciudad porteña.
A Rosas lo apoyara: la clase burguesa (porteña) de Buenos
Aires porque dicha clase desea la paz, quiere el comercio, el intercambio
marítimo, el Banco, el puerto, la aduana y sus tiendas; en natural progreso
hacia un bienestar económico estable y cómodo. La oligarquía porteña (estancieros,
barraqueros) que cifran su riqueza en sus ganados, estancias y en la posición
de estanciero que Rosas pregona. También lo apoyara el partido federal porque
los hombres que militan en el saben que el Restaurador los ha sostenido en el
terreno (practico) de las ideas y de los hechos. Y por ultimo será sostenido
por la masa popular (los hombres de sus estancias, los
Colorados, los gauchos de provincias) que lo siguen como las montoneras siguen
a los caudillos; saben que es buen jinete, domador, baqueano y experto en tarea
camperas; además lo siguen porque representa la reacción contra la clase
intelectual europeizada. La plebe, desconocedora de teorías y formulas de
ciencia, seguirá al hombre que habla, interpreta, defiende y vive como ellos.
Ahora, analicemos un poco a Rosas (al menos desde lo que conocemos de dicho
personaje). Sabemos que era, como bonaerense, adversario del interior y, como
hacendado de campaña, adversario de los porteños. Su federalismo no era “docto
y urbano” ni tampoco “provinciano”, sino un federalismo “rural-bonaerense”.
Pero, finalmente Juan Manuel terminara por retornar a la vieja idea porteña de
dominar a todas las provincias, su federalismo posee aspectos centralistas;
como el mantener los privilegios de la ciudad-puerto.
Rosas concentrará el poder en sus manos, para mantener el orden y los
privilegios de la ciudad de Bs. As. utiliza distintos modos de aplicación del
poder, como: propaganda política en la prensa, actos públicos, uso obligatorio
de la divisa punzo, creación de la Mazorca (podríamos identificarlo como un
grupo parapolicial) para reprimir a los opositores. Además defenderá la
tradición cultural hispanoamericana considerando las ideas europeas
(liberalismo por ejemplo) como portadoras de desorden, caos y anarquía.
En cuanto al manejo del poder, Rosas lo hará de manera personalista y
autocrática. En su primer mandato se le otorgan facultades
extraordinarias (que lo autorizan para hacer uso de ellas según dicte
su conciencia y las diversas situaciones que se le presenten); y tiene la
posibilidad de intervenir judicialmente a sus opositores como también a
deportar, arrestar y fusilara quienes violen la ley o hagan daño a la patria.
En su segundo mandato se le otorga la suma del poder
público que le da el derecho de ejercer los tres poderes (es
decir, judicial, ejecutivo y legislativo) y; las provincias le delegan el
manejo del ejército y de las relaciones exteriores.
Respecto de la realidad histórica del país, la
sociedad se encuentra dividida en dos facciones: los federales (que se apoyaban
en la masa popular) y los unitarios (con tendencias antipáticas por sus
arranques soberbios de exclusivismo y supremacía). Entretanto, había crecido
entre estas, sin mezclarse, una generación nueva que por su educación y
posición aspiraban a ocupar los lazos de la cosa pública.
Estamos hablando de la llamada Generación del
’37 (Mitre, Sarmiento, Echeverría, Alberdi, entre otros) que eran
partidarios del liberalismo económico y político, por lo tanto del libre
comercio, de la industrialización y de la inmigración, así como de la idea de
que la ciudad era el progreso para Argentina y el campo el atraso, la barbarie;
y habían recibido enseñanza del periodo rivadavino. Veían en los federales a
personas que apoyaban el aislamiento de los pueblos, el desorden institucional
y el autoritarismo (encarnado en los caudillos); y en los unitarios ven el
fracaso de todos los gobiernos hegemónicos que en vano intentaron gobernar
después de la Revolución.
Esta Generación llega a la conclusión de que el punto
inicial deben ser nuestras leyes, nuestras costumbres, nuestro estado social;
hay que determinar primero que somos y buscar lo que debemos ser, hacia donde
debemos encaminarnos. Sostienen que el espíritu democrático debe desterrar
tanto desigualdades como privilegios; que hay que lograr la descentralización
del poder arrancándoselo a los tiranos usurpadores para entregárselo a su
legítimo dueño: el pueblo.
Es bajo estas ideas que Juan Bautista Alberdi promulga
las Bases y puntos de partida para la organización política de la
Republica Argentina, que serán realmente la raíz de la Constitución
Nacional de 1853. Y entre su mezcla de “nacionalismo” (oligárquico lógico) y de
liberal europeo, Alberdi dirá: “Es tiempo de reconocer la ley de
nuestro progreso americano, y volver a llamar en socorro de nuestra cultura
incompleta a esa Europa, que hemos combatido y vencido por las armas en los
campos de batalla, pero que estamos lejos de vencer en los campos del
pensamiento y de la industria” (“Bases y puntos de partida para la
organización política de la Republica Argentina”. Punto XIV: Acción
civilizadora de Europa en las Republicas de Sud América).
Avanzando un poco más, ahora rápidamente, la caída de
Rosas: gestada por José de Urquiza. Este último había sido designado gobernador
de Entre Ríos en 1841 y poco a poco se distancia de Rosas; apoyado por el
gobierno del Brasil y de Montevideo se pronuncia contra el Restaurador y en
1852, en la Batalla de Caseros, lo derrota y obliga a renunciar. A partir de
aquí es que se abre la vía del Constitucionalismo Argentino.
Mediante el Protocolo de Palermo, Urquiza es nombrado
para ejercer el mando nacional hasta la reunión de un Congreso Nacional que
discuta y redacte una Constitución. Antes del inicio del Congreso Constituyente
de Santa Fe, Buenos Aires se separa de la Confederación Argentina y se declara
como un estado independiente del país.
Reunidos en Congreso General Constituyente, las
provincias declaran la Constitución Nacional el 1º de Mayo de
1853 en Santa Fe. Esta Constitución consta de un preámbulo (que expresa los
propósitos, objetivos y metas que inspiran su promulgación, como así también
los fines que se proponen alcanzar los constituyentes. Refleja una
manifestación democrática, de creencia en el pueblo como fuente de poder y;
asegura el derecho de libertad y protección al hombre que pertenezca a la
sociedad Argentina) y 107 artículos divididos en dos partes (Primera parte:
“Declaraciones, derechos y garantías”, es un conjunto de declaraciones de
libertad; derechos; obligaciones y garantías fundamentales. Segunda parte:
refiere al poder, sus órganos y funciones; reglamenta los poderes legislativo,
ejecutivo, judicial y las atribuciones de las provincias).
Esta Constitución tendrá a lo largo de su historia
hasta nuestros días, 6 reformas: 1860, 1866, 1898, 1949, 1957 y 1994. La primer
reforma constitucional (1860) es en la que se incorpora a la provincia de
Buenos Aires como parte de la Republica Argentina.
Los liberales positivistas
(1861-1880):
1861, podríamos decir que es un año “quiebre” o
coyuntural porque se produce la batalla de Pavón (entre ultimas facciones
federales y el nuevo partido porteño, el partido liberal) donde sale victoriosa
la facción de Buenos Aires. Y desde ahí, quizás podríamos decir hasta el
gobierno de Perón, la Argentina se vio sometida a ser gobernada por políticas
oligárquicas; liberales; con ideas de “progreso y civilización”
(pero solo para aquellos que podían alcanzar tal progreso); con participación
política nula para sectores populares; con economía estrictamente liberal; con
fraude electoral; entre otras cosas que desarrollaremos.
Como dijimos, la facción bonaerense (comandada por
Bartolomé Mitre) vence en Pavón; y el presidente de ese momento (Santiago
Derqui) renuncia al gobierno. Así es que las provincias van delegando en Mitre
(que por ese momento es gobernador de la ciudad porteña) la dirección
provisional de los negocios nacionales y el encargo de convocar a elecciones
con el fin de elegir nuevas autoridades; de esta manera Mitre asume el titulo
de Encargado del Poder Ejecutivo Nacional, podríamos decir que es el primer
“presidente de facto” del país.
Mitre va a ser el unificador nacional, mediante
intervenciones y con mano dura va a lograr formar una unidad nacional (aunque
las provincias no le respondan favorablemente a su política liberal). Mitre se
lanza contra el interior bajo una idea que Domingo Faustino Sarmiento le
escribe en una carta de correspondencia: “No trate de economizar sangre de gaucho.
Éste es un abono que es preciso hacer útil al país. La sangre es lo único que
tienen de seres humanos esos salvajes…”. Mitre hará finalmente que todas las
provincias le respondan favorablemente, solo a Entre Ríos dejara en libertad,
al frente de Urquiza que comenzara a dejar actuar al nuevo partido de Argentina
(recuerden, estamos hablando del partido liberal) y será asesinado en 1870 a la
voz de “muera el traidor!”.
Un foco de resistencia de este periodo vendrá desde el interior
(precisamente desde La Rioja) de la mano de Ángel Vicente “el Chacho” Peñaloza,
último reducto del federalismo tradicional. Sera asesinado en 1863 y su cabeza
se colocara en una pica en la plaza de Olta, un pequeño pueblito de su
provincia natal.
En poco tiempo Mitre logra la unificación, es lo que hoy conocemos como la
“unificación mitrista”. Por su parte la Asamblea aprobó la actuación de Mitre
aunque esta haya sido mediante la violencia. En octubre de 1862 se llama a
elecciones y Mitre es elegido presidente de la nación por voto “popular”.
Como presidente constitucional, Mitre se lanzara a realizar reformas como:
aumentar en km. las vías del ferrocarril, se organizo la Suprema Corte de
Justicia, se crearon juzgados federales en las provincias, se aplicaron
principios doctrinarios del liberalismo a la economía (supresión de
trabas, mínima intervención estatal, libre competencia, industrialización), se
sanciono el Código de Comercio y el Código Civil y, se fomento la inmigración y
colonización (bajo el rotulo de las “Bases…” de Alberdi: “Gobernar
es poblar”). Y así, llegamos hasta la presidencia de Sarmiento, que será
electo en 1868.
Domingo Faustino Sarmiento, uno de los “próceres” de nuestra historia; que
implanto en el país (una de las tantas cosas que implanto) la idea de “civilización
o barbarie” en su libro de 1845 “Facundo o civilización y barbarie en
las pampas argentinas” era un libro dedicado a Facundo Quiroga (caudillo
riojano), pero en realidad el escrito de Sarmiento mostraba el odio que los
liberales le tenían a todo lo que, para la política liberal, significaba atraso
o barbarie (mas fácil: el atraso, la barbarie; era el campo, el gaucho, el
indígena, lo rural, lo latinoamericano).
Sarmiento seguirá exactamente el modelo de Mitre, pero hará “progresos” en
lo referido a educación (trayendo a maestras de enseñanza primaria de los
Estados Unidos, creando las Escuelas Normales y arreglando una educación
liberal que forje una identidad nacional tanto para los hijos de los aquí ya
erradicados como de los inmigrantes que venían llegando al país). En 1874
terminara su mandato y lo ocupara Avellaneda, hasta 1880 que es elegido
presidente Julio Argentino Roca.
Las 3 décadas del Partido Autonomista Nacional (1880-1910):
Para empezar esta última etapa, es necesario explicar que es el PAN
(Partido Autonomista Nacional). Ya que desde 1880 a 1916 la Argentina será
gobernada por hombres pertenecientes a dicho partido.
El PAN, o la Generación del ’80 tenían como objetivos los siguientes:
· Paz: se interpretaba
como parálisis de la actividad política que quedaba reservada al presidente.
Aprovechando el cansancio social por tantas agitaciones, el roquismo había
logrado imponer que los tiempos no eran de política sino de trabajo y
prosperidad; había que dejar que el gobierno gobernara sin ponerle obstáculos.
· Administración: se
entendía como dejar en orden el país, creándose condiciones necesarias para el
aceleramiento de la transformación económica.
· Progreso: daría como
resultado la obtención de la prosperidad, felicidad y el goce.
· Positivismo:
relegaba como quimérica la idea de lo sobrenatural y con ella muchos
escrúpulos, dejando solo en pie los sólidos goces que confieren la riqueza y el
poder.
Con la elección de Avellaneda en 1874 y la unificación del Partido
Autonomista y del Partido Nacional, quedo conformado el PAN (de tendencia positivista y
liberal).
Con los supuestos ideológicos y la formación del partido, la oligarquía se
encomendó a conquistar y explotar tanto al país como a los que recién llegaban.
La figura más destacada del PAN fue Julio Argentino Roca que, durante sus 6
años de periodo presidencial llevara a Argentina a ser el país
exportador de manufacturas más importante del mundo gracias al modelo
agroexportador; tomara finalmente las tierras al sur de la provincia de Buenos
Aires a los indios pampas y mapuches (es lo que conocemos como “Campaña al
desierto”; que no era un desierto, sino que eran tierras deshabitadas por la
sociedad capitalista burguesa y habitada por tribus aborígenes. Pero el
espíritu del capitalismo…); otro factor importante para el progreso económico
fue la extensa cantidad de vías férreas que se colocaron en el país (trazada
con la forma de un abanico, cuyo vértice era el puerto de Bs. As., es decir,
con una estructura destinada a satisfacer la salida de las materias primas
hacia el puerto y la distribución de las manufacturas importadas desde el
puerto hacia el resto del país); y un último factor es la inmensa ola
inmigratoria que llega al país para trabajar en las tierras prometidas por el
gobierno. Aunque, todos estos beneficios y progresos que se obtuvieron fueron
solo para la oligarquía argentina (más que nada porteña) y a costa de la
explotación de los inmigrantes obreros y campesinos argentinos.
Un progreso que podría destacársele a Roca es el de la Ley de Educación
1.420 la cual promulga que la educación será gratuita, obligatoria, universal y
laica; ya que lo que se buscaba era la formación de una identidad nacional
(liberal por supuesto) con tanto inmigrante polaco, ruso, italiano, francés y
español dando vueltas por todo el territorio nacional.
Pero (el PAN) a pesar de su fachada liberal, han pasado a la historia como conservadores debido
a sus prácticas políticas de tinte oligárquico, manipulación de elecciones,
clientelismo, falta de libertad política, etc. El propio PAN comenzó a
referirse a sí mismo con el término "conservador" a principios del
siglo XX.
Pero mucha exportación, Roca y posteriormente Juárez Celman, era sabido que
traería deudas para con países a los que se les pedía capital para invertir en
el país. Se exportaba, pero la deuda externa crecía. Y el descontento no se
hizo esperar, en 1890 estalla una revolución (Revolución del Parque) de la mano
de la recién formada Unión Cívica; los revolucionarios serán vencidos pero
lograran la renuncia de Juárez Celman. La segunda revolución que estalla se
dará en 1893 (en dos facetas, la primera liderada por Irigoyen y Aristóbulo del
Valle; y la segunda por Leandro Alem) que también serán sofocadas. Y la tercer
revolución se dará en 1905 por la mano de Irigoyen que reclamaba junto con un
grupo de revolucionarios que los sistemas electorales del país sean libres y
democráticos.
No podemos cerrar este trabajo sin hacer mención a algo que cambiara
rotundamente al país, tanto en lo político como en la manera de pensar de las
futuras generaciones. Fue traído estrictamente por inmigrantes, por aquellos
que venían a la Argentina esperando encontrar un futuro mejor que el vivido en
sus países de origen. Sí, hablamos del socialismo, anarquismo y comunismo.
Tres tendencias políticas que generaran revuelo en el país, en el recién
conformado movimiento obrero y que poco a poco se irán agrupando en ciertos
sectores para luchar por causas comunes (como las 8 horas de jornada laboral) y
justas para con el proletariado. Algunos lo harán desde la conformación de un
partido político (caso del socialismo), otros lo harán desde gremios o desde la
Primera Internacional (caso del comunismo, hasta la formación de la Tercera
Internacional o Internacional Comunista) y los anarquistas lo harán de dos
maneras totalmente opuestas y enfrentadas internamente entre ellas: por un lado
el anarcosindicalismo (que es una facción anarquista que cree en la asociación
libre de los individuos para luchar por causas comunes, pero sin violencia;
negociando con patrones; denunciando abusos mediante panfletos y diarios) y por
otro lado tenemos los anarquistas expropiadores (apoyan la idea de
desprestigiar a la burguesía y al estado con panfletos y en los diarios; pero
también creen profundamente que la revolución social solo se dará por las armas
y expropiando al capital, para así ayudarse solidariamente entre compañeros
presos, detenidos, deportados, etc.)
Esta es la Argentina vivida en solo 100 años, podríamos decir que recién a
partir de la presidencia de Mitre se logra una pequeña ¨estabilidad¨ que será
interrumpida por malones de indígenas, las revoluciones radicales a fin del
siglo XIX, y las ideas traídas por los inmigrantes. Pero todas estas
interrupciones serán sofocadas con mano dura; a raíz del garrote caerán los
indígenas de la pampa, caerán los obreros anarquistas, entre otros.
No sabemos si nuestros 100 años lograron algo, si generaron unidad nacional
o descontento generalizado; lo que sí sabemos es que cada hecho histórico, cada
idea, ideología, etc. conformaron al país. País que es crisol de razas, ideas,
costumbres y país en el que vemos resabios de estos 100 años, o quizás
influencias de estos 100 años (¿A caso Mauricio Macri no es un Mitre?).
3. Responder: ¿Creen que las ideas que detentaba la
clase política dominante influyeron en la redacción de la Constitución
Nacional? ¿Cómo influyeron esas ideas en la conformación de la identidad
nacional y cultural? ¿Existen aun resabios de esa ideología? ¿Cómo
caracterizarían a la relación derecho-cultura-derecho? (Individual).
Mauro:
3. A. En mi opinión personal, una
vez leídos los apuntes llegue a la conclusión de que la clase política
dominante si influyo totalmente en la redacción de la Constitución Nacional
Argentina, observándose este caso en la influencia que tuvo en su redacción el
libro: “Bases y puntos de partida para la organización política de la
Republica de Argentina” (18, del abogado Juan Bautista Alberdi.
Dentro
de este libro, podemos encontrar por ejemplo, una gran cantidad de ideas que me
parecieron muy influyentes en su trabajo, siendo algunas de estas por
ejemplo:
ü El papel no influyente del aborigen en la sociedad civil y
política: En este caso, vemos como en ninguna parte de la Constitución no se
encuentra algún artículo que los aborígenes de nuestro país tengan
derechos a la ocupación de cargos políticos.
ü La apuesta por la inmigración europea hacia nuestro país: Esto
está reflejado en el preámbulo de nuestra Constitución, donde se proclama que
todo habitante extranjero tiene el derecho de pisar el suelo Argentino.
ü La religión oficial y libertad de culto: En varios apartados
de los capítulos del libro “Bases y puntos de partida para la
organización política de la Republica de Argentina”, está establecido que
la religión Católica, además de ser la principal en Argentina, es el primer
objeto de nuestras leyes y esto lo podemos encontrar en el Art. 2.- de la
Constitución Argentina, donde se establece que el Gobierno federar sostiene el
culto apostólico romano. También en el Art. 14.- de nuestra Constitución se
encuentra un apartado en el cual se declara la libertad de culto de cualquier
habitante de la Nación.
B y C. Estas ideas de las clases superiores a
la hora de conformar nuestra primera Constitución, han tomado gran importancia
en la identidad nacional y también cultural porque, como ya explique
anteriormente, la Constitución estuvo muy influenciada por las ideas de
Alberdi, en las cuales al pensar sus “bases” y remontarlas a nuestra
actualidad, encontramos que han repercutido en nuestra época donde podemos
encontrar por ejemplo en el Art 75.- 19: “Dictar leyes que protejan la
identidad y pluralidad cultural, la libre creación y circulación de las obras
del autor; el patrimonio artístico y los espacios culturales y audiovisuales”.
Por otra parte, en mi opinión, al ser esta
la primera Constitución Nacional que tuvo nuestro país, es evidente que no solo
los sectores oligárquicos y también los sectores más populares eligieron esta
Constitución en su mayoría, porque con ella es como se comenzó a tomar formar a
nivel mundial de nuestra identidad como ciudadanos argentinos diferenciándonos
del resto de los países del mundo.
D. Esta
relación derecho – cultura – derecho, sin lugar a dudas no sólo nos ha definido
como argentinos en el mundo, sino que también he logrado entender a lo largo de
la realización del trabajo práctico, que nos ha dado gran parte de nuestra
cultura, en la cual es necesario contar con determinados derechos como
ciudadanos.
Sin
ir más lejos, a estos derechos en los cuales se han arraigado en nuestra
sociedad desde los primeros orígenes de la Constitución e inclusive tal vez
antes, hasta nuestros días, los puede encontrar principalmente en el Art. 14.-
el cual es el siguiente: “Todos los habitantes de la Nación gozan de
los siguientes derechos conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio; a
saber: de trabajar y ejercer toda industria lícita; de navegar y comerciar; de
peticionar a las autoridades; de entrar, permanecer, transitar y salir del
territorio argentino; de publicar sus ideas por la prensa sin censura previa;
de usar y disponer de su propiedad; de asociarse con fines útiles; de profesar
libremente su culto; de enseñar y aprender."
Gracias a este artículo, comprendí como
nos ha caracterizado como ciudadanos de la Republica Argentina y también como
nos ha dado identidad a todos los habitantes de nuestro territorio enseñándonos
como nuestros derechos van de la mano con nuestra cultura cotidiana.
Diego:
La Constitución, tiene una línea de pensamiento liberal, ya que por
ejemplo, debía incluir los siguientes puntos; proteger el culto católico, pero
asegurar la libertad de cultos para que todos los extranjeros pudieran sentirse
cerca de su Europa. También, los intereses económicos son los primeros que se
deben proteger en la Constitución, ya que la industria, el comercio marítimo y
terrestre son esenciales para el desarrollo y el crecimiento de la población en
nuestro país. además, no debemos obviar que La historia del constitucionalismo
es, también, la historia de las limitaciones al poder publico, y tales
limitaciones, para ser efectivas y lograr la eficacia a los fines de su
institución, requieren ser organizadas en una forma o sistema de gobierno que
organice y reglamente todas las manifestaciones de la autoridad. Por eso, la
historia del constitucionalismo es la historia de la república democrática, con
la cual se identifica el Estado de derecho.
Actualmente se podría decir que sigue en muchos aspectos la forma de Estado
a lograr especificada en la constitución, ya que, a mi consideración, no se
pretende establecer restricciones en el culto religioso, la propiedad privada
aun sigue con poca o nula intervención del Estado, a mas que se hayan intentado
algunas maneras de intervenir; se pretende llevar la economía del país, incluso
es la manera en la cual se rige dicha economía, por la exportación de productos
agropecuarios, y ofrecer ventajas comparativas para el asentamiento de empresas
internacionales; entre otras cosas.
Y por ultimo la relación entre derecho-cultura-derecho, puede verse
reflejado en las legalizaciones del tabaco, el alcohol, como también en las
leyes dictadas sobre el matrimonio igualitario, o la ley del divorcio. Esto se
da porque la población se apropia de mencionadas cosas y las lleva a cabo de
manera ilegal, y el Estado (a mi entender) al no atentar sobre los derechos de
otras personas, hace ley o derecho esas cosas.
Adrian:
La Constitución, en su proyecto y esencia tiene una fuerte carga ideológica
inspirada en el auge de los constitucionalismos y el liberalismo, como una
única solución.
A los conflictos internos que venían arrasando y deteniendo la unidad
nacional, una constitución liberal abría la posibilidad de terminar con las
sucesivas guerras civiles, las luchas de facciones y el desorden interno, y a
su vez organizar un marco jurídico y externo que garantizaría el orden y la
proyección. No hay dudas que la clase dominante de turno implemento
ideológicamente e influyo en la redacción del contenido, porque sabían
ciegamente que la barbarie seria eliminada, el positivismo y el pensamiento
liberal cavaron profundo a la hora de su redacción y dieron paso a la
aspiración de convertirse en un “estado civilizado”, que Argentina
se europeíce, se conozca el progreso indefinido a la evolución. Por eso las
medidas que se tomarían en la “presidencias históricas”, las políticas
inmigratorias, políticas educativas, moneda nacional, etc.
Y aun hoy se conservan los resabios de esa ideología e idea de país, en la
injusticia social, el odio entre clases sociales, en grupos cada vez más
selectos y enriquecidos; y otros dejados de lado y empobrecidos. En una
sociedad cada vez mas dispar y enferma donde es muy difícil
proyectarse al futuro y en la que, el que accede al poder lo hace solo para
ejercer dominio sobre otros.
La relación derecho-cultura-derecho esta caracterizada por la fuerte
influencia que ejerce la cultura a la hora de sentar las bases del derecho, una
depende de la otra. La cultura le aporta un destinatario único, la sociedad, y
el derecho se amolda a las costumbres y tradiciones de la cultura.
Matías:
Nuestra C.N. fue declarada en 1853, si bien el gobernante de turno del ’53
era Justo José de Urquiza, las ideas que se encontraban alrededor del texto
constitucional fueron las emanadas por la Generación del ’37.
Esta generación poseía las ideas de positivismo, progreso y administración
en todos los frentes de la vida. En administración, eran políticamente
tendientes al liberalismo, estableciendo al hombre como un individuo libre y
con plena autonomía para poder actuar en su vida; y económicamente pretendían
la liberación del comercio, la asociación libre entre individuos (o naciones)
para comerciar, apoyaban la industrialización, la inversión de capital
extranjero en el país y la entrada de inmigrantes venidos a trabajar en las
tierras prometidas por el gobierno argentino; en cuanto al positivismo con la
educación, intentaron hacer perdurar todo este sistema “beneficioso” para el
país que, lentamente según ellos, llevaría al progreso.
Pero el progreso requería de tierras (que fueron expropiadas a comunidades
indígenas), el progreso requería terminar con la “barbarie” argentina y latinoamericana
(asesinato de gauchos, “mal entretenidos”, indígenas), el progreso requería de
una educación que reproduzca el sistema (y así evitar el levantamiento de los
explotados), el progreso requería de brazos (individuos, personas en realidad)
que produzcan materiales exportables y que vayan de casa al trabajo y del
trabajo a la casa.
Lo vemos en las “Bases…” de Alberdi (raíz matriz de la
Constitución). Era necesario (si se podía quizás materializar) traer Europa a
la Argentina, no hacer una Argentina nacional con sus cualidades, sino hacer
una Argentina nacional-europea, no se pensaba en la mezcla e integración de las
culturas (la occidental europea y la nacional argentina con sus gauchos,
indígenas, costumbres). Y se logro, a costa de unos muchos que fueron
explotados, maltratados, humillados, perseguidos, arrestados, deportados,
asesinados, etc. por la burguesía oligárquica gobernante.
La identidad nacional se fue conformando bajo estas ideas, bajo este
sistema de explotación. Todos los jóvenes post generación del ’37 serán
productos de un sistema que culturalmente los instruirá para vivir en un país
industrializado y con miras al exterior, viendo a Europa como el viaje de ida
al progreso y bienestar general. Es tanta la influencia liberal positivista (es
decir europea) que los edificios públicos, plazas, casa particulares de familia
serán edificadas en base a la cultura europea. Tanta será la necesidad de armar
una identidad nacional que el mismísimo Mitre se encargara de crear
la primera historia argentina, mostrando como historia la que hoy
conocemos como tradicional-conservadora, donde se resalta la figura de un
prócer en un hecho o suceso de importancia (así serán exaltados San Martin y la
revolución de mayo, Belgrano y la bandera, entre otros) y se dejaran de lado
personas, hechos y movimientos que marcaron una huella en nuestra identidad
(Güemes y sus infernales, el éxodo jujeño, los caudillos que defendieron a las
provincias, etc.)
Por otra parte, es Domingo Faustino Sarmiento quien divide a la Argentina
en dos. Sarmiento es el encargado de civilizar la barbarie. Pero entiéndase
bien, esta “civilización o barbarie” nos podría dar a pensar
que Domingo da la opción de elegir o por la barbarie o por la civilización. No!
Eso es un error! Sarmiento nos dice “civilización o barbarie” estableciendo
que la civilización es la encargada de triunfar sobre la barbarie, es decir,
conquistarla y borrarla del mapa; implantando sobre ella una civilización
occidental-europea (y liberal también).
Y como ya sabemos, después vendrá Roca con su liberalismo económico y
fraude político, y a partir de ahí…quizás sin darse cuenta de lo que
habían hecho, quizás sin pensar que el abrir las puertas del país a inmigrantes
podría traerles problemas, quizás gracias a las ideas con las que llegaron los
inmigrantes hoy el país puede pensarse de una manera distinta a la
liberal-positivista (o solo liberal en la actualidad). Gracias al socialismo, a
las ideas de Marx y a las teorías anarquistas de Malatesta, Kropotkin, entre
otros; hoy podemos ver a nuestro país, con su política, economía, cultura y
sociedad desde diferentes visiones y posiciones (que no quiere decir que por
ser contrarias entre sí, sean erradas o estén mal). Como sabemos, la actuación
del proletariado en los primeros 30 años del siglo XX será en pequeños grupos
agrupados según su oficio o rama en una fábrica (a través de los sindicatos),
hasta la llegada de Juan Domingo Perón, en 1945, que lograra hacer de la clase
obrera una sola masa que luche por la reivindicación de todos los compañeros de
las fabricas. Y hasta el día de hoy esto lo seguimos viendo cotidianamente en
paros, marchas, toma de fábricas que están por ser cerradas, etc.
Como así también podemos ver resabios del pensamiento liberal en ciertos
personajes políticos de actualidad como Macri (que se asemeja a Sarmiento o
Mitre diciendo que toda la delincuencia de la ciudad de Bs. As. es culpa de los
inmigrantes bolivianos, paraguayos, peruanos, etcétera) o como Elisa Carrio
(que se asemeja a las damas de la Sociedad de Beneficencia de fines del XIX y
principios del XX).
Y para cerrar, es necesario aclarar que la cultura que se fue formando en
nuestro país, influyo e influye en el derecho. Ejemplos de esa época son:
Ø Al ingresar inmigrantes al país, ocurrió
que confluyeron diferentes culturas, formas de vida, cultos religiosos, etc.
Por lo que se sanciona la Ley de Educación 1.420 que declara a la educación
como Gratuita, Obligatoria, Universal y Laica. Lo que buscaba esta ley es la
conformación de una identidad nacional ante el crisol cultural.
Ø Otro ejemplo es que al haber tantos
cultos religiosos, se declara en la constitución que la religión adoptada por
el país es la católica, apostólica, romana; pero se detalla que se da libertad
de culto a los individuos que habiten suelo argentino.
Ø Y un ejemplo más actual (de estos años),
que si bien no es una ley, es que la cultura de las TIC influyo en que el
gobierno nacional a través del Programa Conectar Igualdad entregue a los
alumnos y docentes de escuelas secundarias y de institutos de formación
docente, una netbook. Como así capacitar tanto a docentes como a alumnos en la
utilización y manejo de las TIC.
Orgullosa, así me siento después de leer el trabajo.
ResponderBorrarEl marco teórico de análisis inicial ha sido desarrollado impecablemente. Las diferentes opiniones vertidas por los cuatro denotan una profunda reflexión sobre el tema en cuestión, un compromiso con el análisis crítico de los contenidos curriculares abordados, y una solidéz a la hora de sostener sus opiniones realmente valorable.
Es muy importante para mi ver esos logros en ustedes. NUNCA se cuestionan desde la cátedra los posicionamientos políticos o historiográficos, SIEMPRE apuntamos a la solidez y consistencia de los mismos. Mi objetivo a largo plazo como eje central de las dos mayterias es que logren posicionarse ideológicamente, y desde ahí construír su identidad profesional y ciudadana.
Nota del T.P. 5 Cinco,
"NUNCA se cuestionan desde la cátedra los posicionamientos políticos o historiográficos, SIEMPRE apuntamos a la solidez y consistencia de los mismos.." No se si esto es algo bueno o malo, jeje. Pero...
ResponderBorrarCristina, si no somos críticos...que somos? Corremos en tiempos que, al menos aquellos que estudiamos historia, debemos ser críticos. No puede uno conformarse con lo que sabe o aprende desde un lado o postura, hay que llegar un poco mas allá. Es mas hay que, a veces, ver críticamente también la postura de uno mismo (aunque eso nos cueste mucho).
Gracias profe. Saludos!