lunes, 25 de agosto de 2014

Eliana Ramos Velazquez. Trabajo Practico N° 3.


El alojamiento de inmigrantes en el Río de la Plata, siglos XIX y XX: planificación estatal y redes sociales.
Los movimientos migratorios procedentes de Europa hacia el área del Río de la Plata  en la segunda mitad del siglo XIX y en las primeras décadas del siglo XX, respondieron a una multiplicidad de causas, entre ellas catástrofes natturales, convulsiones sociales o exilios políticos. Pero fueron sin duda los factores socioeconómicos y políticos los motores los impulsores hasta la segunda posguerra mundial.
El modelo argentino de planificación migratoria
Las legislaciones e intervenciones directas sobre el territorio formaron las principales bases sobre las que se proyectaron los Estados Nación en América desde la segunda mitad del siglo XIX.  En el caso argentino, a partir de la sanción de la Constitución de la Confederación Argentina en 1853, los sucesivos gobiernos trazaron una política de promoción de la inmigración que hasta el momento había sido poco significativa e incluso espontánea. Se sostenían que el atraso del país era consecuencia de la conjugación de tres elementos: la existencia de población indígena (encarnación de la “barbarie” como dice Sarmiento), los resabios de una herencia colonial desestimada y la gran extensión de un territorio considerado desierto.
Los tres elementos mencionados conllevaron prácticas específicas orientadas a modificar la realidad territorial y poblacional del país. El exterminio indígena, la ampliación de las fronteras internas y la promoción de una inmigración selectiva fueron las principales acciones asumidas desde el poder oficial.
El largo proyecto de expansión territorial que cristalizó en las llamadas “Campañas del Desierto”. En el primer tercio del siglo XIX, éstas tuvieron un relativo éxito bajo el gobierno de Juan Manuel de Rosas, quien utilizo tácticas represivas y negociadoras con las tribus que rodeaban los centros urbanos del mundo considerado civilizado.
A partir de 1853, en Argentina se entaron los principios y fundamentos de la política a seguir en lo administrativo, jurídico, social y militar, ideas de tipo liberales. Fuerzas políticas se concentraron en legislar para gobernar, bajo la premisa de “gobernar es poblar”; eso implicaba la necesidad de ampliar el control sobre el territorio, dentro del cual grandes extensiones permanecían aún casi desconocidas.
Durante la segunda mitad del siglo XIX, Nación y población constituyeron los dos ejes que sostuvieron un proyecto político de pretensiones “civilizatorias” para la Argentina. La circulación de ideas evolucionistas y positivistas en el ámbito de los sectores gobernantes ilustrados contribuyó a la planificación de estas intervenciones sobre el territorio.
El pensamiento de Domingo Sarmiento, uno de los principales impulsores de la política de sustitución de la población autóctona argentina por otra europea y “civilizada”. En el Facundo trata al caudillo como: “jefe de caravanas, autoridad sin límites, salvajismo, brutalidad”, en contra posición “la ciudad cede de la civilización y hábitos europeos. La cultura es minoritaria y está rodeada de campañas”.
En la historia de la organización nacional figuras como Alberdi y Urquiza son inseparables. La de Alberdi significa pensamiento, acción y progreso americano. La de Urquiza simboliza el derribo de los obstáculos que proponía una tiranía a la organización de la libertad interior bajo el régimen de una Constitución. Alberdi propone fijar ciertas bases de criterio para marchar en la cuestión constitucional. Dice que la Argentina es el último país que queda por constituirse pero no por ello el más perjudicado, puede aprender de los errores cometidos por las demás constituciones ya que considera que ninguna constitución  de Sudamérica puede ser tomada como ejemplo.
Alberdi: “La Constitución no es otra cosa que el gobierno respecto a su accionar sobre los sujetos y la manera de disponerse basado en la división de poderes. Por lo tanto este gobierno debe ser permanente para: Hacer, interpretar y aplicar las leyes. La forma que adopte este gobierno será republicana. El fondo será democrático. La federación será una unión más o menos estrecha y ligada a nuestra historia y a nuestro ser social. El mayor enemigo para esta unión debemos buscarlo en la escasa población y las grandes distancias. Las causas por las que no logramos una federación pura es porque somos pocos, incultos y pobres. Las sucesivas guerras nos han demostrado que hay otra manera de delegar el poder y centralizar la organización nacional, porque la unión no es el inicio sino el fin de un gobierno cuyo ideal será formar un gobierno general coexistiendo con los gobiernos locales”.  
Se conoce como Régimen Conservador al período comprendido entre los años 1880 y 1916, durante el cual la Argentina disfrutó de un rápido crecimiento económico, poblacional y cultural.
En lo económico, se estableció firmemente una economía agroexportadora. El país disfrutó de un gran crecimiento económico, impulsado por la expansión de las fronteras agrícolas, la extensión de las comunicaciones y transportes, y una  tecnificación ganadera y agrícola. A raíz de ese crecimiento económico se produjo también un notable aumento de la población, empujado por la inmigración de origen europea y la mejora de las condiciones sanitarias. Se cuadruplicó la población en 45 años.
En lo cultural, la Generación del 80’, nombre que se aplica también a la élite política y empresarial del período manifestó su adhesión a las corrientes literarias y artísticas europeas.
En la cautiva, Echeverria presenta a indio como un peligro total para la civilización. En su poema recoge un tema usual en el campo en las zonas de indios. El triste fin del poema responde al conflicto que plantea entre el blanco y el indio, civilización o barbarie.
La cultura popular era contrapuesta mientras el aporte inmigratorio aportaba diversidad pero diluía el principio de nacionalidad, el avance de la escolarización tendía a la unificación cultural de la población.
En lo político, el período estuvo marcado por el control político de los gobiernos provinciales y el nacional por un político conocido como PAN (partido autonomista nacional), de ideología liberal. El Partido Autonomista tenía el control completo del gobierno nacional, y controlaba las provinciales. La característica del período fue el control de las elecciones por el grupo dominante a través del fraude electoral, el clientelismo y los acuerdos de cúpulas políticas. La figura política más relevante del período fue el general Julio A. Roca, que presidió el país durante doce años y dominó el partido en el gobierno al menos otros doce, extendiendo su liderazgo indiscutido durante dos tercios de los 36 años que duró el período conservador.
En relación a la inserción del país en una economía global, el Estado, puso en funcionamiento todas las herramientas para el desarrollo de la Argentina, articulando la idea de organización, pacificación del país, el perfeccionamiento de la gestión administrativa, con la construcción de una nueva identidad nacional reforzando la idea de nación, que penetrara por diferentes medios dentro de la sociedad, con emblemas que representaban los conceptos de nacionalidad.
El modelo económico liberal tuvo un amplio crecimiento y logro una unificación del mercado interno. Es así que rodas las medidas giraban en la consolidación de la economía de nuestro país que eran las exportaciones ligado al sector agro ganadero, sin dejarn de mencionar el factor tierra, el factor capital y la mano de obra.


1 comentario:

  1. Excelente transpolación de la dialéctica derecho cultura. En tus exposiciones se evidencia el modo en que la Constitución Nacional operó efectos sobre la vida económica política y social.

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