El alojamiento de inmigrantes en el Río de la Plata, siglos XIX y XX: planificación estatal y redes sociales.
Los movimientos
migratorios procedentes de Europa hacia el área del Río de la Plata en la
segunda mitad del siglo XIX y en las primeras décadas del siglo XX,
respondieron a una multiplicidad de causas, entre ellas catástrofes natturales,
convulsiones sociales o exilios políticos. Pero fueron sin duda los factores
socioeconómicos y políticos los motores los impulsores hasta la segunda
posguerra mundial.
El modelo
argentino de planificación migratoria
Las legislaciones e
intervenciones directas sobre el territorio formaron las principales bases
sobre las que se proyectaron los Estados Nación en América desde la segunda
mitad del siglo XIX. En el caso argentino, a partir de la sanción de la Constitución
de la Confederación Argentina en 1853, los sucesivos gobiernos trazaron una
política de promoción de la inmigración que hasta el momento había sido poco
significativa e incluso espontánea. Se sostenían que el atraso del país era
consecuencia de la conjugación de tres elementos: la existencia de población
indígena (encarnación de la “barbarie” como dice Sarmiento), los resabios de
una herencia colonial desestimada y la gran extensión de un territorio
considerado desierto.
Los tres
elementos mencionados conllevaron prácticas específicas orientadas a modificar
la realidad territorial y poblacional del país. El exterminio indígena, la
ampliación de las fronteras internas y la promoción de una inmigración
selectiva fueron las principales acciones asumidas desde el poder oficial.
El largo
proyecto de expansión territorial que cristalizó en las llamadas “Campañas del
Desierto”. En el primer tercio del siglo XIX, éstas tuvieron un relativo éxito
bajo el gobierno de Juan Manuel de Rosas, quien utilizo tácticas represivas y
negociadoras con las tribus que rodeaban los centros urbanos del mundo
considerado civilizado.
A partir de
1853, en Argentina se entaron los principios y fundamentos de la política a
seguir en lo administrativo, jurídico, social y militar, ideas de tipo
liberales. Fuerzas políticas se concentraron en legislar para gobernar, bajo la
premisa de “gobernar es poblar”; eso implicaba la necesidad de ampliar el
control sobre el territorio, dentro del cual grandes extensiones permanecían
aún casi desconocidas.
Durante la
segunda mitad del siglo XIX, Nación y población constituyeron los dos ejes que
sostuvieron un proyecto político de pretensiones “civilizatorias” para la
Argentina. La circulación de ideas evolucionistas y positivistas en el ámbito
de los sectores gobernantes ilustrados contribuyó a la planificación de estas
intervenciones sobre el territorio.
El pensamiento de Domingo
Sarmiento, uno de los principales impulsores de la política de sustitución de
la población autóctona argentina por otra europea y “civilizada”. En el Facundo
trata al caudillo como: “jefe de caravanas, autoridad sin límites, salvajismo,
brutalidad”, en contra posición “la ciudad cede de la civilización y hábitos
europeos. La cultura es minoritaria y está rodeada de campañas”.
En la historia de la organización
nacional figuras como Alberdi y Urquiza son inseparables. La de Alberdi significa
pensamiento, acción y progreso americano. La de Urquiza simboliza el derribo de
los obstáculos que proponía una tiranía a la organización de la libertad
interior bajo el régimen de una Constitución. Alberdi propone fijar ciertas
bases de criterio para marchar en la cuestión constitucional. Dice que la Argentina
es el último país que queda por constituirse pero no por ello el más
perjudicado, puede aprender de los errores cometidos por las demás constituciones
ya que considera que ninguna constitución de Sudamérica puede ser tomada como ejemplo.
Alberdi: “La Constitución no es otra
cosa que el gobierno respecto a su accionar sobre los sujetos y la manera de
disponerse basado en la división de poderes. Por lo tanto este gobierno debe
ser permanente para: Hacer, interpretar y aplicar las leyes. La forma que
adopte este gobierno será republicana. El fondo será democrático. La federación
será una unión más o menos estrecha y ligada a nuestra historia y a nuestro ser
social. El mayor enemigo para esta unión debemos buscarlo en la escasa
población y las grandes distancias. Las causas por las que no logramos una
federación pura es porque somos pocos, incultos y pobres. Las sucesivas guerras
nos han demostrado que hay otra manera de delegar el poder y centralizar la
organización nacional, porque la unión no es el inicio sino el fin de un
gobierno cuyo ideal será formar un gobierno general coexistiendo con los
gobiernos locales”.
Se conoce como Régimen Conservador al
período comprendido entre los años 1880 y 1916,
durante el cual la
Argentina disfrutó de un rápido crecimiento económico,
poblacional y cultural.
En lo económico, se
estableció firmemente una economía agroexportadora. El
país disfrutó de un gran crecimiento económico, impulsado por la expansión de
las fronteras agrícolas, la extensión de las comunicaciones y transportes, y
una tecnificación ganadera y agrícola. A
raíz de ese crecimiento económico se produjo también un notable aumento de la
población, empujado por la inmigración
de origen europea y la
mejora de las condiciones sanitarias. Se cuadruplicó la población en 45 años.
En lo cultural, la
Generación del 80’,
nombre que se aplica también a la élite política y empresarial del período manifestó su adhesión a las corrientes
literarias y artísticas europeas.
En la cautiva, Echeverria presenta a
indio como un peligro total para la civilización. En su poema recoge un tema
usual en el campo en las zonas de indios. El triste fin del poema responde al
conflicto que plantea entre el blanco y el indio, civilización o barbarie.
La cultura popular era
contrapuesta mientras el aporte inmigratorio aportaba diversidad pero diluía el
principio de nacionalidad, el avance de la escolarización tendía a la
unificación cultural de la población.
En lo político, el
período estuvo marcado por el control político de los gobiernos provinciales y el
nacional por un político conocido como PAN
(partido autonomista nacional), de ideología liberal. El
Partido Autonomista tenía el control completo del gobierno nacional, y controlaba
las provinciales. La característica del período fue el control de las
elecciones por el grupo dominante a través del fraude
electoral, el clientelismo y
los acuerdos de cúpulas políticas. La
figura política más relevante del período fue el general Julio A. Roca, que
presidió el país durante doce años y dominó el partido en el gobierno al menos
otros doce, extendiendo su liderazgo indiscutido durante dos tercios de los 36
años que duró el período conservador.
En relación a la inserción del país en
una economía global, el Estado, puso en funcionamiento todas las herramientas
para el desarrollo de la Argentina, articulando la idea de organización,
pacificación del país, el perfeccionamiento de la gestión administrativa, con
la construcción de una nueva identidad nacional reforzando la idea de nación,
que penetrara por diferentes medios dentro de la sociedad, con emblemas que
representaban los conceptos de nacionalidad.
El modelo económico liberal tuvo un
amplio crecimiento y logro una unificación del mercado interno. Es así que rodas
las medidas giraban en la consolidación de la economía de nuestro país que eran
las exportaciones ligado al sector agro ganadero, sin dejarn de mencionar el
factor tierra, el factor capital y la mano de obra.
Excelente transpolación de la dialéctica derecho cultura. En tus exposiciones se evidencia el modo en que la Constitución Nacional operó efectos sobre la vida económica política y social.
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